Conocido también como El Barrio de los Artesanos, esta zona del Cusco se suelde distinguir por su hermosa y afamada artesanía. El nombre tradicional de San Blas proviene fue dado por los españoles, a inicios del siglo XVI.
Caminar por sus calles es sinónimo de ver hermosos paisajes de piedra, un buen mirador de la ciudad y asistir a una vida bohemia y nocturna. Muchas de las familias que ahí residen provienen de generaciones muy antiguas, que están dedicadas por completo a la artesanía.
Se dice que en la época Inca, se llamaba "T´oqo-kachi" que significa en español hueco de sal, posteriormente al llegar los españoles durante la primera mitad del siglo XVI, adopta el nombre de San Blas. Su iglesia es la más antigua del Cusco, y ha soportado dos terremotos, fue construida por manos indígenas en pleno proceso evangelizador.
El acceso a este barrio se da luego de caminar 4 cuadras desde la Plaza de Armas. Las calles con nombres quechuas, son apacibles y acogedoras, lejos del bullicio céntrico de la ciudad y sus casas aún conservan el artesanado tradicional de antaño.
Una fecha importante para visitar este barrio es la Feria de los Sábados, en la que se puede admirar una extraordinaria muestra de arte y artesanía, música y la gastronomía del lugar.
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