Para Bono, el de ayer fue un “Beautiful Day”. El clima –soleado y templado– le permitió visitar, por la tarde, la ciudadela de Machu Picchu, la cual lo dejó impresionado.
“Me ha gustado mucho, es para enamorarse. Lo amé, me encantó [el lugar]. No voy a subir unas escaleras nunca más”, dijo el líder de U2 refiriéndose al cansancio que había sentido recorriendo el santuario inca.
Paul David Hewson ingresó a Machu Picchu cerca de las 4 p.m. Lo hizo por una puerta alterna, conocida como Tercera Curva, para evitar a los periodistas y curiosos que ya lo esperaban desde muy temprano. Tres horas antes, Bono había llegado por primera vez a la ciudadela inca, pero tuvo
que retirarse debido a la presencia de turistas y periodistas que lo aguardaban por una fotografía.
En su recorrido, que duró una hora y media, el cantante conoció el Intihuatana, el Templo de las Tres Ventantas, localizado al oriente de la plaza principal; la roca sagrada; el Templo del Sol y los andenes. Vestido con camisa y pantalón negros, gorra de color caqui y gafas oscuras, el artista se mostró sonriente y sencillo.
En cada punto se tomó fotografías con su esposa y sus hijos. También lo hizo con los guardaparques del santuario y algunos turistas que aún, a esa hora, se encontraban dentro. Según el testimonio de un guardaparque, Bono les decía a sus hijos “felicitaciones” por conocer una de las nuevas maravillas del mundo.
Antes de dejar la ciudadela, el músico irlandés conversó con El Comercio y ante la pregunta de si tenía planeado ofrecer un concierto en Lima este año dijo: “No he venido por trabajo ni por negocios. Ha sido un placer, un gran placer venir y me siento privilegiado de haber estado aquí
con mi familia”. Luego se tomó fotografías con los turistas que estaban afuera y con algunos periodistas.
Hoy tiene planeado subir hasta el Huayna Picchu y, de acuerdo con su guía oficial, se quedaría en Cusco hasta mañana. Todo depende de las facilidades que le brinde el público, pues se encuentra en un viaje familiar y quiere tranquilidad.
Fuente: RALPH ZAPATA RUIZ - Diario El Comercio (26/02/2012)“Me ha gustado mucho, es para enamorarse. Lo amé, me encantó [el lugar]. No voy a subir unas escaleras nunca más”, dijo el líder de U2 refiriéndose al cansancio que había sentido recorriendo el santuario inca.
Paul David Hewson ingresó a Machu Picchu cerca de las 4 p.m. Lo hizo por una puerta alterna, conocida como Tercera Curva, para evitar a los periodistas y curiosos que ya lo esperaban desde muy temprano. Tres horas antes, Bono había llegado por primera vez a la ciudadela inca, pero tuvo
que retirarse debido a la presencia de turistas y periodistas que lo aguardaban por una fotografía.
En su recorrido, que duró una hora y media, el cantante conoció el Intihuatana, el Templo de las Tres Ventantas, localizado al oriente de la plaza principal; la roca sagrada; el Templo del Sol y los andenes. Vestido con camisa y pantalón negros, gorra de color caqui y gafas oscuras, el artista se mostró sonriente y sencillo.
En cada punto se tomó fotografías con su esposa y sus hijos. También lo hizo con los guardaparques del santuario y algunos turistas que aún, a esa hora, se encontraban dentro. Según el testimonio de un guardaparque, Bono les decía a sus hijos “felicitaciones” por conocer una de las nuevas maravillas del mundo.
Antes de dejar la ciudadela, el músico irlandés conversó con El Comercio y ante la pregunta de si tenía planeado ofrecer un concierto en Lima este año dijo: “No he venido por trabajo ni por negocios. Ha sido un placer, un gran placer venir y me siento privilegiado de haber estado aquí
con mi familia”. Luego se tomó fotografías con los turistas que estaban afuera y con algunos periodistas.
Hoy tiene planeado subir hasta el Huayna Picchu y, de acuerdo con su guía oficial, se quedaría en Cusco hasta mañana. Todo depende de las facilidades que le brinde el público, pues se encuentra en un viaje familiar y quiere tranquilidad.
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