La fe cajamarquina en Cristo

Alfombras, misa y procesión fueron las estampas del festejo del Corpus Christi

A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de ciudades del país, en Cajamarca la fiesta del Corpus Christi se celebra el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad. En esta región de la sierra norte del país, la gran fiesta católica, que proclama la fe de la Iglesia en Cristo, presente en el Santísimo Sacramento, se lleva a cabo por todo lo alto desde hace muchos años.

La algarabía, ciertamente, empieza la noche del miércoles. Entonces, cientos de personas se dan cita en la Plaza de Armas de la ciudad para componer coloridas alfombras con diversos motivos. Sobre estas desfilará la mañana que sigue, en procesión, la custodia que cobija la hostia, representante del cuerpo de Cristo.

La fría noche no es impedimento para que los artistas vayan bosquejando en el cemento los diseños que minutos después empiezan a colorear con aserrín pintado. El trabajo es minucioso y requiere mucha paciencia. Hay que ser muy cuidadoso con los detalles de los dibujos para que la alfombra tenga un buen acabado. Todos los que participan en la elaboración de las alfombras se esfuerzan al máximo para que al día siguiente la población pueda apreciar sus trabajos. La elaboración de estas termina aproximadamente a las 5 de la mañana. De esta manera, las calles amanecen llenas de color y alegría.

Este año fueron 34 las alfombras elaboradas por las principales instituciones y empresas privadas de la ciudad. La mañana del jueves pasado, miles de feligreses se reunieron en torno a la catedral, donde se ofreció una misa y se recordó la presencia de Jesucristo a través de la Eucaristía.

Las multicolores alfombras, hechas también de flores, invitaron a los transeúntes a admirarlas y valorarlas según sus propios gustos. Los diseños fueron variados, algunas portaban frases alusivas a la fe y a la paz, otras fueron coloridas representaciones de motivos netamente cajamarquinos como campesinos tocando el clarín o imágenes de las principales iglesias. Pero si algo tuvieron en común cada una de las que fueron elaboradas en esta ocasión, es que demostraron la gran devoción católica que sienten los pobladores.

Tras la misa se inició la procesión de la custodia. Todo el perímetro de la Plaza de Armas se llenó de gente que deseaba estar cerca de ella. Un grupo de sacerdotes acompañó el cuerpo de Cristo durante la procesión, que duró aproximadamente una hora.

Más allá de ser un día no laborable, el jueves de Corpus Christi en Cajamarca se constituye en manifestaciones de fe y arte, bellas expresiones de un pueblo que cada año sigue revalidando sus costumbres.

LOS FESTEJOS POSTERIORES
Los días que restaron de la semana que pasó también consignaron otras celebraciones por parte de la población.

Durante el sábado y el domingo se llevaron a cabo las tradicionales corridas de toros, así como una feria recreativa en la que la ciudadanía degustó platos típicos. También hubo funciones para niños, exhibición de artesanías, entre otras actividades.

CLAVE

Obispo pide preservar la celebración
Durante su homilía en la catedral, el obispo de la Diócesis de Cajamarca, monseñor José Carmelo Martínez Lázaro, hizo un llamado a la feligresía para que no deje de unirse a la fiesta del Corpus Christi. Señaló que es necesario preservar la celebración como recordatorio de la presencia de Cristo mediante la Eucaristía